En Haití quedan los haitianos aunque hayan muerto 200.000. Hay Haití pero no hay capacidad de autogobierno. Una gestora internacional debe gobernar el gobierno para que Haití tengo un gobierno. Los haitianos deben mantener su ley (su vigencia, su aplicación y su justicia) pero no tienen capacidad ni medios para gobernar la catástrofe y menos para replanificar su país. Hay que gestionar el gobierno de emergencia en el presente y estructurar el gobierno del futuro. Como hace EEUU con el ejército afgano, como han hecho los cascos azules de la ONU en muchas ocasiones. La catástrofe de Haití ha sido la más terrible de la modernidad en el pueblo más incapacitado.
Los haitianos dicen con su desgracia lo que necesitan y tienen derecho a decir lo que serán pero pueden ni deben gestionar tales desafíos. Sus necesidades apocalípticas requieren un gobierno con autoridad y capacidad que debe ser elegido por la ONU y apoyado por los dirigentes haitianos y por los ciudadanos a quienes representan.
Una nación deconstruida necesita la tutela internacional para construirse..
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